La micropigmentación de labios es una técnica estética que consiste en la implantación de pigmentos orgánicos a nivel epidérmico, con la ayuda de pequeñas agujas.
Su finalidad no es otra que la de embellecer los labios: corrigiendo y disimulando pequeñas imperfecciones o asimetrías de forma o color, perfilando los contornos poco definidos, potenciando las tonalidades e incluso otorgando un mayor volumen o atenuando los signos de la edad más visibles.
Es un tratamiento apto para todos los públicos, pero se recomienda el consentimiento previo del médico en algunos casos, por ejemplo: en los pacientes de quimioterapia o radioterapia, así como en ciertos tratamientos, como vasodilatadores.
Quién vaya a hacerse la micropigmentación de labios y sea propensa a desarrollar herpes labial también debería consultar antes con su médico.
El dolor en el tratamiento es subjetiva, porque cada persona tiene un umbral de dolor diferente. Existen varios factores que influyen en la duración de la micropigmentación de los labios: desde la técnica y el color empleados, hasta las características fisiológicas del propio paciente, porque cada piel y mucosa es un mundo y se pueden comportar de una forma muy diferente. Pero, por norma general, las personas que se someten a este tratamiento lucen unos labios perfectos durante una buena temporada (1-3 años). Sin embargo, para que el color escogido resista el paso del tiempo, se recomienda efectuar al menos una sesión de mantenimiento anual.
Valor del tratamiento incluye sesión de inicio y sesión de retoque a los 35 a 45 días.